febrero 17, 2007

Y se viene la consulta...

Al fin, la consulta. Es extraño ver que la gente celebre una decisión congresil. Pero pronto, el 15 de abril para ser exactos, estaremos decidiendo si nos controla la dichosa Asamblea o no. Hay varios puntos de vista al respecto que nos pueden ayudar a discernir el futuro del país a través de la Constituyente.

Los extorsionadores de la nación se abstuvieron: por supuesto, era de esperarse que los destructores, ratas y demás se excusaran de participar. Siempre estuvieron dándole vueltas al asunto. Y obviamente se desnudaron ante la opinión pública. Estúpidos, inconcientes, serviles de caciques. Al fin se les descubrieron las caretas ante el pueblo. Y se les dará una paliza, y más que eso, en los siguientes meses.

Correa desafiante: El Presidente se ha vuelto desafiante. Bueno, antes lo era, pero ahora mucho más. Q no se nos desvíe señor Presidente. Tampoco el pueblo quiere que la Asamblea sea la única opción en este gobierno. Y no queremos un clon del Congreso.

Queremos una nación soberana, sin compromisos negativos con nadie. Y que los asambleístas sean gente que piense en el país. Y de eso depende mucho la decisión del pueblo en las urnas a la hora de votar.

Porque sería de lo último tener a Lucio de presidente de la Asamblea (preferimos que Rafael Alberto Capurro la presida) o que entre los miembros estén Tiko Tiko, Iván Kaviedes, Agustín Delgado o incluso Dalo Bucaram.


Pueblo en las calles: Bravo por ellos, pero hasta ahí. Porque la violencia solo conduce a más violencia y ese no es el camino. Está bien. Deseamos arrastrar a estas ratas como a Alfaro, pero no debemos insultar al verdadero y único refundador de la República. Y ahí no hay imitaciones. Así que señores a calmarse. No queremos que nos maltraten por pedir lo que nos piden nuestras convicciones. Y a esperar el desenlace de esta historia.

La Asamblea en sí: lo que tenga, lo que traiga, lo que conlleve, será materia de mucha discusión. El estatuto pide firmas, pero ahora ya no. Entonces podemos avizorar candidatos a millares surgir para la elección de asambleístas. Y así no debe ser. Y que tramarán los caciques de la partidocracia para no sucumbir ante el pedido del pueblo. Y si a Lucio se le devuelven los derechos políticos, ¿qué giro tomará el camino de la Asamblea?

Pobre de nosotros con Lucio presidiéndola. Un día va un decreto, al otro lo derogan. Reforman el artículo que dice que e sucre es la moneda y le ponen el yen japonés. O hasta decir que la capital del Ecuador es Tena y no Quito.


¿Y el futuro? Sólo el pueblo decide. Ya habló el Congreso temeroso. Ahora le toca al pueblo valiente decidir el nuevo camino del país. Quiera Dios sea uno bueno.

¡Abajo los mentirosos!

Justo Empate
Febrero 14 de 2007