Ayer Justo Empate visitó luego de dos meses la cancha del Estadio Monumental. El pretexto era simple: era el Clásico del Astillero. La idea era acompañar al equipo, caído sí, pero siempre con el espíritu positivo diciendo "esta vez ganamos". El rival era asequible (porque tampoco vendrán los azules ahora a decir que tienen un gran equipo) y se pensó que en la cancha se vería la gran diferencia. Y Justo Empate junto con los más de 40000 hinchas vio atónito cómo sí se vio la gran diferencia. Para qué ahondar en el tema equipo, si no hay. Para qué ahondar en el tema DT, si no había panatalones, y de última hora se supo que se fue. Para qué seguir discutiendo por la ausencia de dirgientes, si "el catalán" Romero acaba de renunciar.
Qué penoso es saber que no se cuenta con los elementos básicos par intentar al menos levantar cabeza... Porque jugadores hay, pero lo que no es existe es dinámica, estilo, juego, ambición por triunfar. Nada de eso existe en Barcelona. Pero lo más penoso es ver que no hay capacidad de decisión, y lo más grave, demostraciones de un cambio completo. Todos se dedicaban a hablar, a reclamar, a exigir apoyo. Pero nunca pensaron en que los primeros que tenían que hablarse, reclamarse, exigirse, mostrarse eran ellos mismos: la misma tónica de los últimos 9 años
Juveniles. El "logro" dirigencial por mejorar la imagen del equipo. Aún no llenan las expectativas. Pero hay que esperarlos. No tienen la culpa de la situación. (Foto tomada de www.eluniverso.com)
¿Habrá un milagro que salve del hundimiento total llegue a Barcelona? El hincha no soporta más, yo no soporto más. Atrás quedaron la gloria, momentos, las llamadas hazañas. Ya nada de eso queda en esta institución. Qué dirán las gloria de siempre ante esto. Supongo que deben sentir vergüenza e indignación. La misma que siento yo, la misma que siente cada barcelonista a lo largo y ancho del mundo. La misma vergüenza e indignación que me llevaron a retirarme del estadio tras el segundo gol, porque era más que claro cómo todo iba a terminar.
No criticaré jugadores, técnicos, dirigentes. Aunque todos tuvieron parted e culpa, ya no tiene caso. Sólo quedará ver, en qué termina esta precaria situación, que al parecer (al menos se siente) terminará de la forma más humillante posible: el descenso. ¿Se denigrarán a ese punto los jugadores? Ahora el balón es de ellos.
Abajo los mentirosos!
Abajo los azules!
Justo Empate
Febrero 13/2006