El correazo y el futuro

Y sí, ganó el Sr. Correa. Era de suponerse. Por lo que debemos quedarnos conformes es que la monopolización del sistema no será un hecho por parte del empresario. Tras su aplastante derrota (ya anunciábamos una oposición centrada contra el candidato en la primera temporada del blog) se quedó mudo y no volvió a aparecer en público. Pero eso es algo que nosotros como pueblo no debemos hacer.

¿Por qué? Por un simple hecho: no sólo se le dio el triunfo al Sr. Correa, se le dio una oportunidad única de demostrar que el cambio es posible. Pero no sólo a base de promesas y ofrecimientos. Mucho menos de ofensas hacia el candidato perdedor. Todo sucedió debido a que la politiquería gastada ya no tenía cabida en un pueblo oprimido.

El nuevo presidente tiene la posibilidad histórica de llevar adelante el cambio del cual es el abanderado. Un hombre joven, con ideas nuevas, no puede quedarse estancado en el opio que es el poder. Debe movilizarse, dialogar, mas no arreglar “por debajo de la mesa”. Ser radical en sus propuestas, pero no por la fuerza, sino por la razón. Es ahí donde el Sr. Correa deberá imponer su capacidad y liderazgo sobre las lacras que en mala hora llegaron a chupar la sangre del denigrado poder constituido llamado Estado.

¿Será posible? Rafael Correa Delgado es el nuevo presidente del Ecuador. La gran duda está en si será uno más que será derrocado o al fin llegará la estabilidad.

La Asamblea Constituyente es un tema muy controversial. ¿Será posible su instauración? La verdad, la vemos complicada, puesto que los destructores de la patria… Perdón, “los padres de la patria” (sigue el sarcasmo) harán hasta lo imposible porque no se les usurpen el puesto ganado en la urnas. ¿No se dan cuenta que la ciudadanía votó por el cambio y no los quieren ver más? No hay peor ciego que aquel que no quiere ver. Debe reconocer sus errores y horrores, y dar paso al cambio que se pretende imponer. Ahora quieren romper el candado para la reforma ¡No nos tomen el pelo! ¡Ya basta, payasos! ¡Dejen de denigrar la imagen de la democracia!

Eso sí, seamos vigilantes. No seamos indiferentes a la realidad y exijamos resultados. En el pasado nos quejamos de los locos, delincuentes, coroneles, dictócratas… Y nos vendían ideas de cambio y al final nada. La Constituyente, si se le da paso, deberá ser el instrumento y la vía para el nuevo modelo de país, y no la forma en la que seguirán viéndonos la cara. Ya debe pasar la época en la que sólo nos enterábamos de la noticia solo por enterarnos. Ahora a actuar y hacer valer nuestro derecho a expresarnos.

Si la Asamblea queda relegada, seremos testigos de lo que alguna se llamó “refundación”, y que al final fue “refundición”. Es decir otra promesa no cumplida. Y será el inicio del fin del Sr. Correa.

Mucho cuidado, Sr. Correa. Seremos vigilantes de cada uno d sus pasos a partir de enero 15. Aplaudiremos sus aciertos, criticaremos sus errores, atacaremos sus horrores. No se deje consumir por el poder. No estaremos a favor ni en contra suyo. Pero esa misma aplanadora que votó por usted triturando el sueño de un bobo oligarca, podría tener un”efecto bumerán”.

Y aquí una pregunta para ustedes: ¿Será posible que esta vez vayamos hacia delante o terminemos de hundirnos hasta el último anillo del infierno de Dante?

¡Abajo los mentirosos!

Justo Empate
Diciembre 5 del 2006